El incremento de delitos económicos y fraudes subraya la necesidad crítica de revisar los antecedentes de las personas y empresas con las que se realizan negocios. En un entorno económico complejo, la posibilidad de enfrentar situaciones fraudulentas es más alta que nunca, impactando gravemente la confianza y estabilidad financiera.
De acuerdo a datos entregados por la startup de gestión de riesgos con IA, Sheriff, Chile registra un alarmante aumento en las causas penales, alcanzando 32.884 casos en 2024 (con data a noviembre de dicho año), la cifra más alta de los últimos cinco años. Vicente Cruz, CEO de Sheriff señaló que “El país acumula un total de 315.204 causas penales en la última década, lo que refleja una creciente judicialización de delitos, especialmente en fraudes financieros y comerciales”.
De hecho, la Región Metropolitana lidera con 133.395 casos acumulados, siendo el epicentro de la carga judicial. Le sigue el Maule que muestra el crecimiento más acelerado, con 4.620 causas en 2024, duplicando sus cifras desde 2017.
“Regiones como Biobío y Coquimbo también registran aumentos del 20% al 30% respecto a años previos, destacando la expansión del fenómeno en todo el país” explicó Cruz. Estas cifras evidencian una tendencia preocupante: los fraudes están aumentando, lo que exige mayor precaución por parte de empresas y personas al momento de relacionarse comercialmente.
Estafas y defraudaciones: ¿La causa detrás del aumento?
Este delito representa el 74,7% del total de causas penales en 2024, con 26.862 casos reportados. La acumulación de 235.408 casos en la última década pone en evidencia su relevancia como el delito más recurrente. Dos factores destacan en este análisis:
● Impacto financiero directo: La recurrencia de estafas compromete la estabilidad de empresas y la confianza en las relaciones comerciales.
● Aumento exponencial: En 2013, se reportaron 13.572 casos, lo que implica un crecimiento del 98% en diez años.
Uso fraudulento de tarjetas y medios de pago:
A pesar de un peak de 5.212 casos en 2019, este delito sigue siendo significativo con 1.506 casos en 2024, lo que representa un crecimiento del 79% respecto a 2013. Datos adicionales refuerzan la importancia de abordar este tema:
● Concentración en grandes urbes: La mayor incidencia se encuentra en la Región Metropolitana y Valparaíso, áreas con alta actividad comercial y financiera.
● Incremento en fraudes digitales: Muchas de estas transacciones están relacionadas con plataformas en línea, donde hay un desafío para verificación de identidad y prevención de fraudes.
Fraudes informáticos: ¿Una amenaza tecnológica en ascenso?
En 2024, los fraudes informáticos regulados por la Ley 21.459 registraron un aumento del 60%, alcanzando 85 casos. Este crecimiento refleja cómo los ciberdelincuentes aprovechan vulnerabilidades en sistemas poco protegidos, afectando tanto a grandes empresas como a pequeños negocios.
“Chile enfrenta un desafío urgente con el aumento de fraudes y causas penales. Las cifras son claras: actuar con cautela es imperativo. La tecnología y la inteligencia artificial no son solo aliados, sino herramientas esenciales para protegerse y anticiparse a los riesgos. Por otro lado, la colaboración publica-privada también es un factor clave para combatir los fraudes. Compartir información para anticiparse es fundamental para ser proactivo frente a este tipo de problemas” dijo el CEO de Sheriff.
En un mundo donde la información es poder, adoptar soluciones tecnológicas y revisar los antecedentes de socios y clientes hará la diferencia entre un negocio seguro y una decisión costosa. No basta con reaccionar, la prevención es el mejor recurso para garantizar relaciones comerciales transparentes y seguras.