—Bci apostó temprano por la tecnología, ¿en qué los hace hoy diferentes a otros bancos tradicionales?
“La innovación no es solo tecnología, son formas de trabajo, nuevos talentos, abordar la diversidad y Mach es un ejemplo con sus más de 4 millones de clientes; uno de cada dos chilenos adultos. Muchas veces fui al barrio República a conversar con estudiantes, a preguntarles qué realmente necesitaban. Los chilenos tenían soluciones digitales hace tiempo, pero no un banco digital. Cuando partió, no existía una solución que permitiera de manera gratuita y con una oferta de valor de clase mundial tener una cuenta de Netflix o Spotify, pedir un Uber”.
—¿Cuánto han invertido en Mach y cuánto ha redituado a los resultados?
“Hemos invertido grandes sumas en la modernización de toda la arquitectura tecnológica del banco, y Mach es una pieza muy exitosa, distintiva. El aporte que hicimos como institución va mucho más allá de los simples números, de la rentabilidad que queremos alcanzar como banco y que es importante, pero que se construye a partir del aporte que hacemos a los clientes, los colaboradores y la sociedad”.
—¿Cómo visualiza el banco del futuro, con la irrupción de las fintech?
“La competencia es bienvenida; si es buena para el cliente y la sociedad, también es buena para Bci, que tiene hace mucho tiempo una fintech: Mach. Visualizo el banco del futuro en constante evolución desde la voz del cliente. Para generar confianza, no podemos pretender hablarles desde un púlpito. Cuando viajaba en taxi y veía fajos de billetes bajo el acelerador y cuando preguntaba al taxista por qué, la respuesta era ‘no confío'”.
—Las fintech dicen que los bancos se resisten a competir como antes con el comercio, las AFP…
“Bci trabaja con muchas fintech, que son parte de cómo hemos enriquecido la propuesta de valor”.
—¿Deben permitirles entrar a otros negocios?
“Los bancos estamos en una industria súper regulada, porque somos custodios de la fe pública, a nadie le gusta que sus ahorros duramente ganados no estén sujetos a una estricta regulación de la autoridad. Eso ha hecho que el sistema chileno sea muy robusto y la autoridad hace bien en velar por esa estabilidad. Han entrado en vigencia nuevas regulaciones que introducen competencia al mercado y me parece muy bien que existan talentos digitales que vienen a competir”.