A comienzos de este mes, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) emitió una normativa con el objetivo de perfeccionar las reglas aplicables al registro y autorización de los prestadores de servicios financieros de la Ley Fintech. Un hecho que constituye uno de los desafíos que marcarán la pauta del sector en 2025.
La implementación de la nueva regulación y su adaptación, sumados a los desafíos propios de un contexto económico “complejo”, son algunos de los retos que la industria deberá enfrentar el próximo año, asegura la directora ejecutiva de FinteChile, Josefina Movillo, quien destaca como un hito el establecimiento del plazo límite para que las fintechs se inscriban y obtengan autorización en el Registro de Prestadores Financieros de la CMF, lo que ocurrirá en febrero. “Este proceso no solo representa un reto técnico y administrativo, sino también una oportunidad para legitimar a la industria frente a los consumidores y los mercados tradicionales”, complementa.
En ese escenario, los bancos incumbentes “deberán trabajar en la parte tecnológica, en desacoplar los servicios internos, en preparar la infraestructura de la banca para poder responder a los desafíos que tiene esta normativa”, señala el fundador y director de Grupo Digital Bank, Ramón Heredia, y delinea que también existen desafíos de control, de auditoría y de riesgo financiero. Mientras, en el caso de las fintechs, detalla que el mayor esfuerzo estará en el ámbito regulatorio, con certificaciones de protección de datos, certificaciones de fraude y certificaciones de manejo de información y de procesos de pago.
Por su parte, el CEO de Fintech Americas, Ray Ruga, plantea que otro de los desafíos radica en “mantener el rápido ritmo de adopción digital mientras se garantiza la inclusión financiera en todos los grupos socioeconómicos”. Precisa que si bien el país ha sido líder en innovación fintech, abordar la brecha digital será crucial para garantizar que los beneficios de estos avances sean accesibles para todos, especialmente en las áreas rurales.
En un escenario económico tan desafiante como el actual, las fintech “necesitan profundizar su expansión a otros mercados”, asegura el director ejecutivo de ProFintech, Eduardo de la Maza. A su juicio, los actores del sector podrán tomar ventaja del proceso regulatorio y normativo que regirá a la industria a partir de 2025, al ser una oportunidad para implementar altos estándares de gestión de riesgos y operaciones, que les permitan posicionarse como “actores innovadores y a la vez tan confiables como los tradicionales”.
Expansión y colaboración
Más allá de la regulación, otro aspecto relevante será “potenciar la colaboración entre fintechs y los actores tradicionales del sistema financiero, como bancos y aseguradoras, para avanzar hacia un modelo de finanzas abiertas que beneficie a los usuarios”, dice Movillo, al analizar el ecosistema local, donde hoy existen 348 empresas fintech, destaca, citando el último informe Fintech Radar Chile, lo que representa un incremento anual del 16% y, bajo su perspectiva, refleja el dinamismo del sector y su capacidad para adaptarse a las necesidades del mercado.
“Las fintech deben trabajar en mejorar su acceso a financiamiento y capital”, complementa de la Maza, y añade que también es importante desarrollar productos nuevos, innovadores y focalizados, ya que “la estadística señala que solo un 5,6% de los servicios están en etapas previas a la comercialización, como concepto, demo o prototipo”.
Rodrigo Silva, gerente general de Coopeuch, asegura que estos desafíos surgen a partir de tendencias como, por ejemplo, “un nuevo consumidor financiero, más conectado, exigente y humano que demanda ofertas personalizadas, accesibles y seguras”, así como también los avances tecnológicos, junto a una mayor regulación y exigencia de transparencia con un enfoque proconsumidor que exige a las empresas altos estándares de gestión y de gobierno; y un “ambiente de mayor volatilidad e incertidumbre” que, asegura, exige equilibrar la innovación, rentabilidad y confianza.
Para abordar de manera exitosa estos desafíos, Ruga afirma que el sector deberá fomentar asociaciones entre bancos y fintechs para crear sinergias que impulsen la innovación y amplíen el acceso a los servicios financieros; invertir en avances tecnológicos como la inteligencia artificial y blockchain para mejorar la eficiencia, la seguridad y la personalización; y capacitar talentos para contar con una fuerza laboral capaz de adaptarse a un panorama digital en constante evolución y así mantener la competitividad.