El modelo de la firma, fundada entre otros, por el gerente general de la inmobiliaria Norte Verde, Roberto Bascuñán, se basa en fraccionar activos o inmuebles de inmobiliarias en unidades llamadas tokens, los que pueden ser adquiridos por los inversionistas en su plataforma. Desde el primer día, señaló Bascuñán, al usuario se le entregan ganancias por concepto de arriendo o venta del bien raíz.

En la plataforma se gestiona la oferta y la demanda, pero la startup también administra un mercado secundario para transar los tokens y que los inversionistas puedan obtener más liquidez.

Tokens

Previo al lanzamiento del tercer token, Reity tenía uno para propiedades existentes que se arriendan y se percibe ganancia vía los beneficios económicos de esa propiedad.

El segundo es de desarrollo, donde se compra en verde cuando la inmobiliaria está en el proceso de construcción.El nuevo token, lanzado la semana pasada, es para hacerse parte de la sociedad desarrolladora inmobiliaria, algo que estaba fuera del alcance del común de las personas y reservado para grupos de alto patrimonio.

“Llevo 30 años en negocios inmobiliarios y mis socios preferentes son bancos, instituciones financieras, pero jamás alguien que con $ 100.000 pueda ser socio de un proyecto inmobiliario”, dijo Bascuñán acerca del nuevo token.

En la plataforma de Reity hay 10 mil usuarios registrados y administran unos $ 2.200 millones. Han tokenizado 24 activos inmobiliarios y hay tres disponibles para invertir.

Bascuñán adelantó que a fines de este año o comienzos de 2025 comenzarán a ofrecer activos en Austin e Inglaterra “a medida que se vayan dando oportunidades de inversión”.Por ahora, la startup trabaja para acogerse a la denominada Ley Fintech en la Comisión para el Mercado Financiero.