A pesar del atractivo que conlleva la inversión en el sector agrícola, especialmente en la agronomía orientada a la exportación, es un negocio al que no todo el mundo puede acceder debido a los altos montos y el tiempo de dedicación que conlleva, así como la baja liquidez que suelen presentar los activos agrícolas. Esto llevó a la creación de Finka, una startup que permite a las personas invertir en proyectos agrícolas de alta rentabilidad desde $ 1 millón, volviéndose dueños de un pedazo de campo productivo a través de una plataforma “simple, segura y 100% digital”, incluso posibilitando pagar mediante cuotas con Webpay.El equipo de Finka está conformado por Arturo Mancilla (CEO & founder), Tomás Zavala (founding partner), Joaquín Moncada (gerente de operaciones) y Raúl Orellana (gerente agrícola).Este emprendimiento ha logrado llegar a todo tipo de inversionistas haciendo uso del concepto de financiamiento colectivo (crowdfunding), el cual permite que una gran cantidad de personas compartan las ganancias de un campo productivo, con la posibilidad de vender anticipadamente su inversión mediante un mercado secundario. Hoy, Finka ofrece su primer campo de cultivo de cerezas en la localidad de San Vicente de Tagua Tagua, el cual iniciará su plantación en marzo del próximo año.Joaquín Moncada detalló que el proyecto en San Vicente se encuentra en primera ronda de levantamiento, recaudando cerca de un 60% de la iniciativa, de un total de $ 500 millones. Hoy, la startup cuenta con más de 250 usuarios registrados y más de 35 inversionistas, entre los que destacan Cristian Tala (fundador de Pago Fácil) y Roberto Fuentes (exgerente general de Motorola Chile). Tomás Zavala aseguró que la empresa fue fundada “100% con capital de los socios fundadores”.“Encontramos varios modelos que ya funcionan en otras partes. En Estados Unidos hay algunos bien grandes que están bien desarrollados. Hay en Europa, en África, o sea, hay en varias otras partes. Nuestro referente principal es EEUU, están haciendo esto de forma súper exitosa. En particular, hay un modelo que miramos de ellos que, básicamente, lanzan un campo por semana. Son clases de activos que están creciendo súper fuerte. En Latinoamérica no hemos visto ningún modelo que sea exitoso, o sea, ninguno que haya prendido”, indicó Zavala.Plataforma de inversión digitalEl founding partner de Finka explicó que el sistema de inversión funciona de manera completamente digital a través de su página web (www.finka.cl), donde un usuario se registra y en menos de cinco minutos puede invertir en un campo, pagando a través de Webpay o por transferencia.Posteriormente, el inversionista firma contratos en forma digital, los cuales son copiados a su correo electrónico, y luego queda plasmada toda la información sobre su inversión en la página web.“El monto mínimo de inversión es $ 1 millón y básicamente lo que hacemos es que las personas pueden entrar siendo accionistas de una sociedad agrícola que es dueña del campo. Entonces, al comprar esta acción pasan a ser parte de esta sociedad”, señaló Joaquín Moncada.Según Moncada, los campos de desarrollo en los que se invierte comprenden inversiones a largo plazo, con períodos de cinco a seis años para que estos generen utilidades. Sin embargo, Finka también permite la posibilidad de que el usuario pueda revender sus acciones a través de la plataforma, incluso antes de la repartición de utilidades.“Por ejemplo, si en el año tres te pasa algo y necesitas la plata, etcétera, nosotros ofrecemos la posibilidad de también vender estas acciones a través de nuestra plataforma, probablemente a un precio mayor del que lo compraste, porque ya trabajamos. El campo tiene plantas encima, tiene trabajo y capital de trabajo que hace que se agregue plusvalía al terreno. Entonces uno vende a un precio superior y te permite tener rentabilidades antes de que el campo dé utilidades”, destacó el gerente de operaciones de la empresa.Desde el equipo de Finka esperan que, para su primer proyecto -entre el desarrollo del campo y llegar a venderlo-, el tiempo de espera sea de aproximadamente ocho años con proyecciones de rentabilidad del 16% en términos nominales.“Nosotros siempre mantenemos parte de la propiedad del campo con capital propio. Ponemos capital propio y mantenemos parte de la propiedad del campo. Entonces cuando los campos empiezan a rentar, también es renta para Finka. La idea de eso es que los incentivos estén súper alineados. Esto no es simplemente un corretaje, no es simplemente hacer una pasada, sino que nosotros nos quedamos en la propiedad”, añadió Tomás Zavala.Aunque el proyecto en San Vicente de Tagua Tagua es el único que ya está disponible para invertir, la empresa está trabajando en paralelo para evaluar otras iniciativas en Osorno, Parral, cerca de Chillán, Sagrada Familia, Chimbarongo, entre otros. Además, una vez que la startup logre una “buena tracción”, el equipo proyecta que se podría exportar el negocio hacia Perú y Colombia.