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Finanzas abiertas al servicio de Chile
Durante los últimos dos años la pauta mediática se ha concentrado en distintas discusiones económicas que impactan el bienestar de los chilenos: reformas previsionales, tributaria y de salud, son algunas de las más conocidas. Sin embargo, gracias a la irrupción de las nuevas tecnologías, un nuevo jugador se ha robado el protagonismo de las principales portadas: la Ley Fintech y su conocido Sistema de Finanzas Abiertas (SFA).
July 30, 2024
Por
El Mercurio

Recapitulando un poco, y de acuerdo a la definición de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), este 'es un sistema definido por ley, que permite a los usuarios del sistema financiero compartir sus datos en forma segura con el objetivo de obtener mayores beneficios y mejores condiciones en la contratación de servicios financieros', cuya normativa fue publicada por el regulador a principios de julio.

¿De qué manera este tipo de sistemas son un aporte a la inclusión financiera de las personas y pueden impactar en el bolsillo de los chilenos?

La respuesta es fácil pero no simple: estos ecosistemas de datos abiertos facilitan interacciones sin fricciones entre instituciones financieras y los consumidores (tanto personas naturales como todo tipo de empresas), generando valor para todos. Para cumplir esto último existen múltiples mecanismos.

Tres de ellos benefician directamente a los consumidores, como el mayor acceso a los servicios financieros —que a su vez pueden impulsar el crédito—, más comodidad para el usuario y mejores opciones de productos disponibles.Los demás facilitan la labor de las empresas que brindan dichos servicios a través de mayor eficiencia operativa; una protección contra el fraude más robusta; mejor asignación de la fuerza laboral, por ejemplo, utilizando datos abiertos para identificar clientes de alto riesgo que pueden convertirse en el foco de atención, y reducción de la fricción en la intermediación de datos.Todo lo anterior podría significar enormes beneficios para los países.

Según un estudio de McKinsey Global Institute, el impulso a la economía derivado de la amplia adopción de ecosistemas de finanzas abiertas podría ser hasta el 1,5% del PIB en 2030 en la Unión Europea, el Reino Unido y Estados Unidos, y entre 4% y 5% en India.

Ese mismo informe da proyecciones optimistas para economías emergentes, como la chilena, porque, en general, tienden a tener niveles más bajos de inclusión y profundidad financiera en comparación a países desarrollados, donde todos los participantes del mercado se benefician, aunque en distintos grados.

Para la implementación de SFA, algunos países en desarrollo enfrentarán continuos desafíos, como el avance de tecnologías digitales de apoyo, infraestructuras y marcos para salvaguardar a los consumidores y garantizar seguridad de los datos de los usuarios. Aquí es donde la innovación de productos es imprescindible. Chile, entre los países emergentes, está a la vanguardia en materia de innovación de los servicios financieros, que no han hecho otra cosa más que fortalecer la inclusión financiero-digital y democratizarla, lo que pavimenta el camino para poner un SFA al servicio del país y todos sus habitantes.